Dueño de instalaciones metálicas Euzkadi
Kolka Igartiburu: “Internet, una estrategia para aumentar nuestras ventas”
Martes 27 de julio de 2004

Kolka es español, sin embargo, confiesa que quiere a Chile más que muchos chilenos, y es que en nuestro país, junto a su padre construyó Instalaciones Euzkadi. Hoy, 54 años después, Kolka confiesa los éxitos y fracasos que ha debido afrontar para mantener en pie la empresa familiar.

Kolka Igartiburu llegó a Chile a los 10 años junto a su padre, Eduardo, un español que durante la guerra civil de ese país tuvo que escapar a Francia por oponerse al régimen franquista. “En esa época mi padre tuvo que ganar dinero haciendo cualquier cosa y debió cambiar la vida de oficina por el trabajo con los fierros. Esto lo aprendió de los alemanes, quienes en el tiempo de la ocupación lo hacían fabricar armas”, explica Kolka.

La vida en Francia no era fácil. A Eduardo aún lo perseguían en España para dar pie a la pena de muerte que pesaba sobre él. “Ahí fue cuando mi papá se acordó de un primo lejano que vivía en Chile, él le contó un poco de este país y nos vinimos. Era el año 1950”, recuerda.

Pese a que en Chile la vida tampoco era sencilla Eduardo, después de trabajar un par de años como gásfiter, formó una empresa que realizaba instalaciones metálicas, oficio que aprendió cuando vivía en Europa. “En ese tiempo yo estudiaba en el Liceo Egaña y, como no era muy bueno para los estudios, decidí salirme y empezar a trabajar con mi papá. Tenía 15 años”, explica Kolka.

El inicio, un trabajo familiar

Instalaciones Euzkadi empezó en un garaje de la comuna de Ñuñoa, donde sólo trabajaban el padre y el hijo. Hacían rejas, puertas, protecciones de ventanas y trabajos a pedido los que repartían en el único transporte que tenían, una bicicleta. Años después adquirieron el primer auto.

En 1962 compraron una casa en la comuna de La Reina donde el negocio comenzó a crecer, se incorporaron máquinas e incluso se contrató un empleado extra. Sin embargo, tuvieron problemas con los vecinos debido a que el terreno era zona residencial y decidieron comprar un sitio, en el barrio industrial de La Reina.

El gran salto

“En 1974, cuando mi papá ya había muerto, hice contacto con la Compañía de Cervecerías Unidas y comencé a construir estructuras para los camiones y quioscos de la CCU.  Esa fue la época de oro”, recuerda el empresario.  Instalaciones Euzkadi facturaba más de 4 veces de lo que factura hoy.

Sin embargo, en el año 1998 todo cambió. La crisis asiática apareció de un día para otro y los trabajos se fueron a pique.  La empresa, que en ese tiempo estaba a cargo de Kolka papá y Kolka hijo, tuvo su gran caída cuando las ventas comenzaron a bajar en alrededor de un 50%, sin repunte.

“Tuvimos que empezar a aceptar trabajos alternativos como arreglar rejas y ventanas. Se paga poco, pero siempre sirven algunos pesos extra” confiesa Kolka padre.

La modernización

Con la presencia de Kolka hijo, para superar esta difícil etapa que estaba viviendo la empresa, comenzaron a llegar aires de cambio y la tecnología se hizo presente. Kolka hijo compró un computador e instaló conexión a internet. Rápidamente se transformaron en una empresa con millones de potenciales consumidores.

Kolka hijo se capacitó y construyó una página web para la empresa, con el fin de incrementar las ventas. “Esta fue una estrategia para levantar las ventas en un momento en que el negocio no andaba bien. Hoy las personas hacen todo por internet, necesitábamos modernizarnos, para no quedar fuera del mercado”, explica Kolka hijo.

Actualmente, la mayor cantidad de  cotizaciones las hacen los clientes por teléfono, sin embargo, “internet facilita todo el proceso de comunicación y abre la posibilidad que personas de otras partes de Chile y del mundo para que puedan ver y conocer nuestros productos”.